La grabación de un vídeo time-lapse puede utilizarse para mostrar cualquier cosa, desde el tráfico de la ciudad hasta un cielo nublado.
La fotografía Timelapse es una interesante técnica que permite condensar el tiempo y capturar el movimiento de forma creativa.
Se trata de un tipo de filmación en el que la velocidad de fotogramas es muy inferior a la habitual, lo que da la apariencia de velocidad cuando el vídeo se reproduce a velocidad normal.
Aquí tienes algunos consejos sobre cómo producir grandes time-lapses, tanto si eres un principiante como un profesional.
La fotografía time-lapse es una técnica en la que las imágenes se capturan a una velocidad de fotogramas inferior a la que se reproducirán. Esto da el efecto de acelerar el tiempo y se puede utilizar para capturar todo, desde el tráfico de la ciudad a los cielos nublados.
Con la tecnología moderna, cualquiera puede crear un vídeo time-lapse con sólo una cámara digital.
La escena ideal para el time-lapse es aquella que tiene alguna forma de movimiento, ya sea gente caminando o nubes moviéndose por el cielo. También tienes que asegurarte de que hay suficiente luz para que tu cámara pueda capturar imágenes claras.
Las escenas ideales son:
Para crear un time-lapse, necesitarás una cámara digital capaz de hacer fotos en modo manual, un trípode y un intervalómetro
Un intervalómetro es un dispositivo que controla el momento en que la cámara suelta el obturador, lo que permite tomar una serie de fotos a intervalos regulares.
Muchas cámaras de hoy en día tienen esta función, pero si la suya no la tiene, hay muchos medidores de intervalos en el mercado
En cuanto a los trípodes, cualquier superficie estable sirve.
Una vez que tengas tu equipo, montar un timelapse es fácil.
En primer lugar, busca el objeto y coloca la cámara en un trípode apuntando hacia él.
A continuación, decide con qué frecuencia quieres hacer una foto. El intervalo dependerá del sujeto y del efecto que quieras conseguir.
Por ejemplo, si estás fotografiando nubes, un intervalo más lento captará su movimiento con más suavidad.
Por otro lado, si estás fotografiando algo como el tráfico o gente caminando, querrás usar un intervalo más corto para que cada imagen muestre más movimiento.
Por último, pon tu cámara en modo manual para que la exposición y el enfoque se mantengan constantes durante toda la secuencia.
Estos son algunos consejos generales a tener en cuenta a la hora de hacer fotos timelapse.
Utiliza un trípode: Es esencial para mantener la cámara estable y en la misma posición durante toda la secuencia fotográfica. El más mínimo movimiento puede arruinar toda una secuencia de fotos.
Bloquea el enfoque: Una vez que hayas enfocado el sujeto, cambia la cámara a enfoque manual para que el enfoque no cambie entre las tomas.
Establece un ISO bajo: Un ISO bajo reducirá el movimiento de la cámara y mantendrá las imágenes nítidas y claras.
Elige el formato RAW: disparar en formato RAW te dará mayor flexibilidad a la hora de editar tus fotos time-lapse posteriormente.
Realiza tomas de prueba: Antes de empezar la secuencia, realiza algunas tomas de prueba para asegurarte de que todo va bien.
Tengan paciencia: Grabar un time-lapse suele llevar mucho tiempo, así que prepárate para ser paciente.
Cuando se graba un vídeo timelapse, los mejores resultados se obtienen utilizando la configuración manual, es decir, ajustando la configuración de la cámara tú mismo.
Si grabas un vídeo timelapse con tu cámara en modo automático, tu cámara decidirá por ti cómo corregir las variaciones de brillo.
En el modo automático, tu cámara no podrá ajustar cada toma de forma consistente o incluso puede sobrecompensar las variaciones de brillo, lo que resulta en un fuerte "parpadeo" (cuando algunas imágenes son mucho más brillantes u oscuras que otras, dando a tu vídeo un efecto de "parpadeo").
Disparar en modo manual a menudo puede parecer aterrador, especialmente si eres nuevo en los ajustes de la cámara, pero este paso es esencial para conseguir la luz adecuada y el desenfoque de movimiento más suave para tu timelapse.
Esto es lo que debes tener en cuenta:
Elige una apertura que mantenga al sujeto enfocado y que proporcione suficiente luz.
Experimenta con el diafragma para conseguir la profundidad de campo adecuada para tu sujeto.
La elección de la mejor velocidad de obturación depende del aspecto que quieras conseguir.
Si quieres que todas las tomas sean nítidas y que los sujetos en movimiento se capten con claridad, una apertura rápida (1/100 o más) te ayudará a conseguirlo.
Sin embargo, si está grabando en una zona muy concurrida con sujetos que se mueven rápidamente (por ejemplo, una carretera o una multitud), el vídeo puede tener tirones, ya que los sujetos se capturarán cada pocos segundos en una posición diferente.
Si quieres un vídeo con un aspecto más suave, prueba con aperturas más lentas (1/50 o más lentas), que capturarán a los sujetos en movimiento y añadirán desenfoque de movimiento a su trayectoria.
Una buena velocidad de obturación estándar para la fotografía timelapse es el doble de la velocidad de los fotogramas (por ejemplo, si estás disparando a 25 fotogramas por segundo, tu velocidad de obturación debería ser de 1/50).
El mejor ajuste ISO depende de la luz.
Para la fotografía time-lapse, un ISO bajo es lo mejor, ya que reduce el ruido fotográfico y el grano, pero un ISO bajo requiere un ajuste de luz más alto.
Si quieres grabar time-lapse en condiciones de poca luz, tendrás que usar un ISO más alto para que tu cámara sea más sensible a la luz, pero tu vídeo tendrá más grano.
Ajusta la cámara y el objetivo en enfoque manual, en lugar de enfoque automático, para mantener un enfoque consistente en cada toma.
Si la cámara estuviera en enfoque automático, trataría de reenfocar un nuevo sujeto entre las tomas, lo que podría ser problemático en una secuencia de tiempo de movimiento rápido como una multitud o una calle concurrida.
Piensa en el intervalo de tiempo como el número de fotogramas por segundo (FPS) de tu vídeo timelapse.
A la hora de planificar tu timelapse, debes tener en cuenta la velocidad del sujeto para elegir correctamente el intervalo de tiempo.
Los movimientos rápidos requieren intervalos más cortos, de entre uno y tres segundos; si hay demasiado espacio entre cada fotograma, los objetos que se mueven rápidamente en una escena parecerán saltar.
Los movimientos más lentos, en cambio, pueden captarse con intervalos más largos (hasta 30 segundos) sin que parezcan saltos.
Para crear un time-lapse, es necesario tomar una serie de fotos a intervalos regulares durante un período de tiempo. El intervalo dependerá del sujeto y del efecto que quieras conseguir.
Por ejemplo, si está fotografiando nubes, puede utilizar un intervalo más corto para que el movimiento sea más pronunciado.
Si estás fotografiando algo que se mueve más lentamente, como el tráfico, puedes utilizar un intervalo más largo.
Una vez que hayas decidido el intervalo, coloca la cámara en un trípode u otra superficie estable y enfoca el sujeto.
Si utilizas una DSLR, pon la cámara en modo manual para que la exposición se mantenga constante de un fotograma a otro.
A continuación, utilizando el autodisparador o un flash externo, haz fotos en el intervalo que hayas elegido hasta que tengas suficientes para crear un vídeo.
1. Utiliza un trípode u otra superficie estable para mantener la cámara fija
2. Poner la cámara en modo manual para que la exposición se mantenga constante de un fotograma a otro
3. Elige un tema interesante y céntrate en él
4. Haz fotos a intervalos regulares hasta que tengas suficientes para crear un vídeo
5. Edita tus fotos y ponlas en formato de vídeo con programas como Adobe Premiere Pro o Final Cut Pro.
Recomendamos el modo de prioridad de apertura (calificado como "Av" o "A") si la iluminación cambia drásticamente.
Esto le permite establecer la apertura del objetivo y su cámara ajustará automáticamente la velocidad de obturación para mantener la exposición correcta.
El time-lapse es una forma de cinematografía en la que la velocidad de fotogramas (el número de fotogramas capturados por segundo) es mucho menor que la utilizada para ver el material. Cuando se ve a una velocidad normal, el tiempo parece pasar más rápido y, por tanto, parece fluir. Por ejemplo, el crecimiento de una planta puede reducirse de meses a segundos con este método.
Esta técnica puede aplicarse para fotografiar diversos escenarios, como las nubes que se mueven por el cielo, el tráfico en una autopista congestionada o el cambio de las estaciones.
La fotografía time-lapse permite condensar largos periodos de tiempo en unos pocos instantes, revelando patrones y procesos que de otro modo serían difíciles de captar.